La propuesta Patrón Básico se enmarca en el contexto de los Derechos Humanos y mas concretamente en el sector de la ayuda a la alimentación con organismos solidarios como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), las instituciones, organizacciones y personas religiosas o no que con sus acciones caritativas ayudan a paliar la situación, o los mismos Estado con ayudas y acciones directas.
Hoy en día el mundo puede producir suficientes alimentos para nutrir adecuadamente a todos sus habitantes; sin embargo, a pesar de los progresos realizados en
los dos últimos decenios, 870 millones de personas aún padecen hambre crónica. Entre los niños, se estima
que 171 millones de menores de cinco años padecen malnutrición crónica (retraso del crecimiento), casi
104 millones tienen falta de peso y unos 55 millones sufren malnutrición
aguda (emaciación).
La mayor parte de los pobres del mundo vive en zonas urbanas. El hambre y la inseguridad alimentaria son, por encima de todo, expresiones de la pobreza rural. Se ha sacado de la pobreza a muchos
habitantes de las zonas rurales en las últimas décadas. En 1990 el 54 % de los habitantes de las zonas rurales en los países en desarrollo vivía con
menos de 1,25 dólares diarios y estaba considerado muy pobre. En 2010 la proporción había caído al 35 %. La pobreza
rural sigue estando generalizada, especialmente en Asia meridional y en África. Estas regiones también son las que menos progresos han realizado en la mejora de los medios de vida rurales.
Con una globalización creciente, la agricultura dejará de existir como sector independiente pasando a ser sólo una parte de una cadena de valor. La cadena de valor tiene puntos, desde la producción hasta la elaboración y las ventas, donde el conjunto está muy concentrado, integrado y globalizado. Esta situación supone un gran desafío económico para los pequeños agricultores en muchos países en desarrollo, que pueden verse excluidos de partes importantes de la cadena de valor. Esto sucede principalmente porque carecen de mecanismos que les permiten participar en el nuevo mercado globalizado. Asimismo, los países más pobres también corren el riesgo de exclusión frente a otros actores de mayor entidad que ejercen más influencia en los mercados mundiales.
Cada año, millones de personas que dependen de la producción, la comercialización y el consumo de cultivos, la ganadería, la pesca, los bosques y otros recursos naturales se enfrentan a catástrofes y crisis. Estas pueden sobrevenir repentinamente, como un terremoto o un golpe de estado violento, o producirse lentamente, como los ciclos de inundaciones y sequías. Pueden darse como un suceso aislado, uno puede desencadenar otro o pueden converger e interactuar varios sucesos a la vez y generar efectos en cascada y magnificados. Estas situaciones de emergencia ponen en peligro la producción de alimentos y el acceso a los mismos a escala local, nacional y, en ocasiones, regional y mundial.
En 2010-2011 la FAO implementó programas y proyectos por un valor total de 1.707 millones de dólares. Cerca del 5% están financiados por contribuciones ordinarias a través del
Programa de Cooperación Técnica de la FAO (PCT) y los Programas Especiales de Seguridad Alimentaria (PESA). El restante 95% se financia a través de contribuciones voluntarias, mediante el
programa de cooperación FAO/Gobiernos (25%), el Fondo Fiduciario unilateral (6%) y otros tipos de Fondos Fiduciarios (64%), que incluyen los Programas conjuntos de la ONU.
El programa general de trabajo de la FAO se financia con las contribuciones ordinarias y las voluntarias. Las primeras son las cuotas de los países miembros, establecidas en la
Conferencia bienal de la FAO. El presupuesto ordinario de la FAO para el bienio 2012-2013 es de mil millones de dólares. Las contribuciones voluntarias aportadas por los miembros y otros socios
contribuyen a la asistencia técnica y de emergencia (incluyendo la rehabilitación) que se da a los gobiernos, así como el apoyo directo a la labor central de la FAO. Se espera
que las contribuciones voluntarias superen los 1.400 millones de dólares en el bienio 2012-13.
El total del presupuesto de la FAO planificado para 2012-2013 es de 2400 millones de USD. De esta cantidad, el 42% procede de la cuotas aportadas por los Países Miembros mientras que el 58% se
movilizará a través de contribuciones voluntarias de los Miembros y otros asociados.
La decisión de acabar con el hambre debe ser adoptada por la sociedad en su conjunto, y no por una sola organización o un solo gobierno, dijo el Director General de la FAO, José Graziano da Silva a los actores no estatales reunidos en Addis Abeba al inicio del debate sobre la necesidad de un enfoque unificado y alianzas fortalecidas para garantizar la seguridad alimentaria.
La propuesta Patrón Básico es herramienta ideal para revertir esta situación.