La Sanidad - El Pacto Humanitario

 

En el post de hoy del proyecto ayuda humanitaria PGPB, Plataforma Global Patrón Básico, te presentamos un nuevo capítulo del libro el Pacto Humanitario, que vamos desglosando en capítulos. Queremos lograr ese ingreso básico universal, esa renta básica universal, esa lucha contra el hambre que estamos anhelando con nuestra plataforma Global Patrón Básico. El capítulo de hoy es: La sanidad

 

 

La Sanidad

 

 

      Se refiere a la necesidad de salud y a las exigencias económicas de su beneficio.

 

       La salud se aplica al individuo, a la sociedad y al medio ambiente como el valor básico para el bien colectivo. Es un estado de bienestar físico y de equilibrio mental que puede ser visto a nivel subjetivo como un mínimo aceptable para el ser humano, o a nivel objetivo como ausencia de enfermedades.

 

Según la definición aceptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS): “La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento en armonía con el medio ambiente, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”.. La población ha de contar con un nivel de salud que le permita desarrollar con plenitud sus capacidades, para poder alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades en el desarrollo social y humano, se debe asegurar el acceso universal gratuito a los servicios de salud efectivos y seguros, ofrecidos por un sistema de salud financieramente sólido, anticipatorio y equitativo, circunstancias que no siempre son posibles por falta de recurso económicos.

 

      La salud es un bien para la vida diaria, no el objetivo de la vida. La salud ha sido considerada como un medio para llegar a un fin, como un recurso que permite a las personas llevar una vida individual, social y económicamente productiva. Los determinantes de la salud pública son el estilo de vida, la herencia genética, sistema sanitario y medio ambiente. Los requisitos básicos para la salud descritos en la Carta de Ottawa21 son: la paz, la educación, el vestido, la comida, la vivienda, un ecosistema estable, la justicia social y la equidad.

 

      En epidemiología, el estilo de vida, hábito de vida o forma de vida es un conjunto de comportamientos o actitudes que desarrollan las personas, que a veces son saludables y otras veces son nocivas para la salud. En los países desarrollados los estilos de vida poco saludables causan numerosas enfermedades. La concepción psicosomática, con criterios holísticos en la consideración de la salud y la enfermedad, concibe la interioridad como causa posible de perturbaciones del cuerpo. Dicho de otro modo, en el ser humano anidan los poderes curativos, que estimulados, ayudan a resolver los problemas somáticos.

 

      La salud equilibrada se consigue realizando ejercicio físico que aporta resistencia, fuerza, agilidad, habilidad, coordinación y flexibilidad: aumenta la vitalidad, proporcionando más energía y capacidad de trabajo; auxilia el estrés, ansiedad y depresión; incrementa autoestima y autoimagen; mejora tono muscular y resistencia a la fatiga; facilita la relajación y disminuye la tensión; quema calorías, ayudando a perder peso excesivo o a mantenerse en el peso ideal; ayuda a conciliar el sueño; fomenta la convivencia entre amigos y familiares; reduce la violencia en personas muy temperamentales; favorece estilos de vida sin adicción al tabaco, al alcohol y a otras sustancias; mejora la respuesta sexual; atenúa la sensación de aislamiento y soledad entre ancianos; fortalece los pulmones y con ello mejora la circulación de oxígeno en la sangre; disminuye el colesterol y riesgo de infartos, y regulariza la tensión arterial; es eficaz en el tratamiento de la depresión; estimula la liberación de endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”; y permite una distracción momentánea de las preocupaciones, con lo que se obtiene tranquilidad y mayor claridad. La cantidad mínima para prevenir enfermedades es de 30 minutos diarios de actividad física moderada.

 

      Otros hábitos que deben combinarse con la realización de ejercicios son: la buena alimentación, el descanso adecuado, la higiene y evitar el consumo de sustancias perjudiciales para el organismo. Todo ello reportará en una buena salud mental que es un concepto que se refiere al bienestar emocional y psicológico del individuo.

 

      Se suele definir salud mental como: “el estado del bienestar emocional y psicológico en el cual un individuo pueda utilizar sus capacidades cognitivas y emocionales, funcionar en sociedad, y resolver las demandas ordinarias de la vida diaria”. El sedentarismo, las posturas corporales incorrectas y las drogas, tabaco y alcohol son hábitos perjudiciales par la salud.

 

      La salud y el desarrollo tienen una relación directa. Tanto el desarrollo insuficiente que conduce a la pobreza como el desarrollo inadecuado que redunda en el consumo excesivo, combinados con el crecimiento de la población mundial, pueden redundar en graves problemas de salud relacionados con el medio ambiente en los países desarrollados y en los países en desarrollo.

 

      Cuanto más se desarrolla un país, más aumenta la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, aún existen estados que no consiguen desarrollarse debido a sus pésimas infraestructuras sanitarias, lo que facilita la posibilidad de contraer enfermedades infecciosas. En consecuencia, estas naciones ven frenado su progreso e incrementada la mortalidad de su población.

 

      Hoy, las enfermedades infecciosas causan aproximadamente el 37% de todas las muertes en el mundo. Es más, se calcula que aproximadamente un 40% de las muertes mundiales se pueden atribuir a factores ambientales varios, especialmente a los contaminantes orgánicos y químicos. Además, más de 3.000 millones de seres humanos sufren malnutrición y 4 millones de bebés y niños mueren anualmente de diarrea, que es causada principalmente por agua y alimentos contaminados.

 

      La Organización Mundial de la Salud (OMS) responde a las emergencias de la salud pública, es responsable de las campañas de vacunación globales, de la defensa contra la pandemia de la gripe y de liderar el camino de las campañas de erradicación contra las enfermedades mortales como la polio o la malaria.

 

      Son funciones básicas de la salud pública: seguimiento, evaluación y análisis de la situación de salud; vigilancia de la salud pública, investigación, control de riesgos y daños en salud pública; promoción de la salud; participación de los ciudadanos en la salud; desarrollo de políticas y capacidad institucional de planificación, y gestión en materia de salud pública; fortalecimiento de la capacidad institucional de regulación, y fiscalización en materia de salud pública; evaluación y promoción del acceso equitativo a los servicios de salud necesarios; desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública; garantía y mejoramiento de la calidad de los servicios de salud individuales y colectivos; investigación en salud pública; y reducción del impacto de las emergencias y desastres en la salud.

 

      Las actividades de la salud pública se dirigen a dar alternativas de solución a enfermedades que implican a cualquier población, ejerciendo el control sanitario del medio ambiente, reduciendo la contaminación del suelo, del agua, del aire, de los alimentos y de los e-cursos. A este respecto el Director General, Organización Mundial de la Salud, Dr. Lee Jong-Wook, sostenía que “El agua y el saneamiento son uno de los principales motores de la salud pública, lo que significa que en cuanto se pueda garantizar el acceso al agua salubre y a instalaciones sanitarias adecuadas para todos, independientemente de la diferencia de sus condiciones de vida, se habrá ganado una importante batalla contra todo tipo de enfermedades.”

 

       Las políticas de promoción sanitaria intentan fomentar la salud de los individuos y colectividades, promoviendo la adopción de estilo de vida saludables, mediante intervenciones de educación sanitaria a través de medios de comunicación de masas, en las escuelas y en atención primaria. La educación sanitaria debe ser complementada con los cambios necesarios en el medio ambiente y en las condiciones sociales y económicas que permitan a los ciudadanos el ejercicio efectivo de los estilos de vida saludables y la participación en la toma de decisiones que afecten a su salud.

 

      El trabajo puede considerarse una fuente de salud porque con el mismo las personas conseguimos una serie de aspectos positivos y favorables para la misma. Por ejemplo con el salario que se percibe se pueden adquirir los bienes necesarios para la manutención y bienestar general. En el trabajo las personas desarrollan una actividad física y mental que revitaliza el organismo al mantenerlo activo y despierto. Mediante el trabajo también se desarrollan y activan las relaciones sociales con otras personas a través de la cooperación necesaria para realizar las tareas y permite el aumento de la autoestima porque posibilita a las personas sentirse útiles a la sociedad.

 

      No obstante, el trabajo también puede causar diferentes daños a la salud de tipo psíquico, físico o emocional, según sean las condiciones sociales y materiales donde se realice el trabajo. Para prevenir los daños a la salud ocasionados por el trabajo está constituida la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

 

      Existen actividades organizadas por la comunidad que influyen sobre la salud como son: la educación sanitaria donde la enseñanza general básica debe ser pública y gratuita para toda la población; las políticas microeconómicas y macroeconómicas; la producción agrícola y ganadera de bienes y servicios; de empleo y de salarios; de políticas de vivienda urbana-rural y obras públicas; y de justicia social de impuestos, de seguridad social y de servicios de bienestar y recreativos o de ocio.

 

      Dependiendo de la propiedad de los servicios, existen dos tipos de sanidad: sanidad pública y sanidad privada. En la primera los bienes y servicios públicos de salud los da el Estado; en la segunda, los bienes y servicios son por iniciativa privada. La regla general es que en un país coexistan los dos tipos de sanidad: pública y privada, siendo el conjunto un sistema sanitario mixto.

 

     La práctica de la medicina se ejerce dentro del marco económico, legal y oficial del sistema médico que es parte de los sistemas nacionales de salud pública. Una de las variables más importantes para el funcionamiento del sistema se corresponde con el área financiera y el presupuesto que un Estado invierte en materia de salud. Otra variable implica los recursos humanos que articulan las directivas del sistema sanitario.

 

    La asistencia sanitaria universal, asistencia sanitaria pública, asistencia de salud pública o sanidad pública hace referencia al acceso a asistencia sanitaria completa y a la salud pública de todos los residentes de un país o región geográfica o política sin importar su capacidad económica o situación personal. La asistencia sanitaria universal responde a la demanda del derecho a la salud, inscribiéndose en los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) considerados derechos humanos de segunda generación. El observatorio DESC de Barcelona pretende que se equipare en percepción y legalmente los derechos sociales mencionados a otros derechos considerados fundamentales como los derechos civiles y políticos y los derechos patrimoniales.

 

      Las políticas sanitarias son la forma mediante la cual se rige la sociedad para la búsqueda del bien común en relación con la salud de los ciudadanos. Las política socio- sanitarias son intersectoriales, se busca la coordinación de políticas sanitarias y de políticas de servicios sociales, y la integración asistencial de prestaciones propias de ambos sistemas en servicios y estructuras que forman parte del uno o del otro; se basan en la simetría y respeto mutuo entre los dos sectores concernidos (servicios sociales y sanidad) y no necesita, en general, estructuras propias sino, más bien, de la coordinación entre el sistema sanitario y el de servicios sociales. Gestionados por el Estado son públicos si bien el llamado Tercer Sector (sector voluntario o no lucrativo) ha dado lugar a la creación de servicios de ayuda e integración.

 

      Los servicios sociales se consideran básicos para el bienestar social, su objetivo esencial es mejorar la calidad de vida de las personas en todas las etapas de su vida, se dedican a prevenir, paliar o corregir desajustes entre lo que las personas son capaces de hacer autónomamente en la vida cotidiana; brindan apoyos como la asistencia personal, el acompañamiento social, la intervención comunitaria....

 

Pueden tener carácter ambulatorio, virtual, domiciliario, diurno, residencial... Los servicios sociales son uno de los cuatro pilares de la sociedad del bienestar junto con los servicios sanitarios, los servicios educativos, y las pensiones y subsidios.

 

La asistencia sanitaria pública engloba, como hemos visto, muchos factores interrelacionados con otros ámbitos del desarrollo humano. Como actividad básica para la salud depende de una buena financiación por parte de los Estados y de ella resulta la calidad del servicio. Los ciudadanos tienen derecho a recibir asistencia sanitaria de calidad, sin embargo, por falta de recursos económicos no siempre es así. En países en desarrollo la falta de infraestructuras y medicamentos es notoria, pudiendo llegar a representar en el caso de infecciones incurables o pandemias un peligro para la población mundial. La salud es una necesidad básica para la supervivencia y depende de la existencia de recursos económicos para su consecución, por lo que nos lleva a plantear una nueva aplicación del valor mínimo de la vida que dote de la mínima financiación a los Estados para desarrollar y mantener sus servicios sanitarios y sociales públicos.

 

“Sin salud no hay vida”, es evidente, la salud es una necesidad básica, esencial.        

 

   Esta certeza, que nadie puede dudar, ni querer poner a prueba para verificar su evidencia, pues es evidente que es cierto que la salud, como condición de vida digna, tiene valor esencial de subsistencia para el ser humano civilizado, da pie a pensar que la mejor manera para poder solucionar los perjuicios a las personas, es usar el valor que tiene la salud como valor básico mínimo de subsistencia para financiar la sanidad pública de los Estados y sufragar proyectos de investigación médica promovidos por la OMS, destinados a mejorar las condiciones de salud para las personas, con dinero transferido del Certificado Valor Agregado de Subsistencia, correspondiente al Activo Patrimonial Agregado del Fondo de Subsistencia del Banco Mundial, anotando en el Activo: Salud, y en el Debe: saneamiento de la Tierra, acordado por un Pacto Humanitario entre todos, por sufragio universal.

 

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