Sin que casi lo apreciemos, la telemática nos hace transitar hacia un paradigma tecnológico con nuevas posibilidades que abren la puerta a oportunidades antes sólo imaginadas. Desde el punto de vista económico disponemos de aparatos y aplicaciones informáticas que favorecen las transacciones mercantiles seguras desde cualquier punto del planeta, (datafono, móvil, ordenador...).Ya no es imprescindible la presencia física de la moneda, se puede comprar y vender transfiriendo electrónicamente el dinero entre cuentas y se puede hacer desde cualquier punto del Planeta, circunstancia que hay que tener bien presente para interpretar el modelo paradigmático que nos ocupa.
Sabemos que lo que se reclama cuando se producen cambios de paradigma es un ajuste del modelo económico acorde a los nuevos parámetros, implementando nuevas soluciones conceptuales que resuelvan de forma satisfactoria los problemas surgidos en la actualidad, irresolubles con el modelo vigente.
La experiencia nos dice que no se puede construir nada nuevo sin no se expresar antes en términos de lo viejo. Implementar el valor mínimo de la vida o mínimo valor de subsistencia como valor agregado no contradice la lógica matemática del actual modelo económico y resuelve deficiencias estructurales sistémicas, y a su vez problemas de inseguridad financiera.
La economía tiene sus reglas financieras de mercado que giran entorno al concepto de agregado monetario o valor monetario, es decir precio de mercado, que refleja una cantidad de dinero. Un agregado monetario es la expresión de un cálculo que mide la cantidad de valor que posee un bien o servicio. Por ejemplo, si calculamos el gasto diario mínimo que un individuo debe satisfacer al mercado libremente para comprar los alimentos imprescindibles para sobrevivir, obtenemos un nuevo agregado monetario que refleja el valor de la demanda agregada mínima (se entiende como la suma del consumo base o de subsistencia). De esta manera definimos un mínimo valor agregado al total del Producto Interior Bruto (PIB). El objetivo específico de este nuevo agregado en el modelo económico es el de medir el valor mínimo de subsistencia del Planeta y de sus ciudadanos para obtener un precio de mercado.
Al hablar de finanzas, es decir, al tratar las actividades relacionadas con el intercambio de distintos bienes de capital entre individuos, empresas, o Estados, nos estamos refiriendo a transacciones y administración del dinero relativo a su obtención y gestión, así como a otros agregados monetarios, como lo son los títulos, los bonos... a las condiciones y oportunidades con que se consigue el capital, de los usos de éste, y los retornos que un inversionista obtiene de sus inversiones.
El concepto de “demanda agregada mínima” cuantifica la suma del gasto mínimo en bienes y servicios que los consumidores, las empresas y el Estado realizan al comprar con dinero procedente del Fondo de Subsistencia del Banco Mundial, a un determinado nivel de precios. Dicho Fondo está constituido por el derivado financiero avalado por el contrato de futuro que aporta al Patrimonio Activo del Banco Mundial, el valor agregado del ciudadano, representado en los Certificados de Valor Base o de Subsistencia de cada accionista.
Integrando aún más el valor de subsistencia en el engranaje económico, siendo un agregado monetario, también es un derivado financiero o producto financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo, es decir, el activo del que depende, toma el valor del activo subyacente, como ejemplo; el valor de futuro del precio mínimo de subsistencia toma el valor del precio del alimento de subsistencia como derivado financiero, al firmar un contrato de futuro, con un Pacto Humanitario, por sufragio universal, nos convertimos en accionistas del Fondo de Subsistencia, con valor de renta fija regularizado por un Patrón Básico como índice bursátil y tipos de interés regulados por el índice de precios al consumo (IPC).
Ahora bien, ¿cómo agregamos el mínimo valor de la vida al mundo de las finanzas?: Al calcular el gasto o coste mínimo diario en alimentación obtenemos un valor agregado mínimo de subsistencia. Conociendo el valor mínimo de subsistencia, ya sólo tenemos que formalizar este agregado de valor como un contrato de futuro, un Pacto Humanitario, que obligue a las partes contratantes a ceder su valor agregado mínimo de subsistencia, reflejado en un Certificado de Valor Base o de Subsistencia, y obtener rédito dinerario diario, procedente del Activo Patrimonial Agregado del Fondo de Subsistencia del Banco Mundial, con un límite en precio establecido de antemano, a partir de la fecha de la firma, por sufragio universal.
El contrato de futuro del Pacto Humanitario es un derivado financiero personificado en el Certificados de Valor Agregado de Subsistencia, es un Activo en la contabilidad del Banco Mundial, pues es una entrada de capital que debe constar en el Haber, y también, es un Pasivo, pues es una deuda contractual y debe constar en el Debe. Así que el Pacto Humanitario es uno de los principales instrumentos financieros que pueden permitir a las personas, empresas y naciones anticiparse y cubrirse de los riesgos o cambios que pueden ocurrir en el futuro, de tal manera de evitar ser afectados por situaciones adversas.
Al aceptar por sufragio universal el Pacto Humanitario consideramos firmado un contrato de futuro con todos los accionistas del Planeta adquiriendo un título como acción ciudadana emitida por el Banco Mundial que representa el valor de una de las fracciones iguales en que se divide su capital social. Las acciones confieren a su titular derechos políticos, como el de voto, y económicos, como los beneficios del interés de renta fija base para la compra de alimentos.
Normalmente las “acciones ciudadanas” no son transmisibles, sólo su titular conserva el valor, sin ninguna restricción, es decir, libremente. Básicamente, existen cuatro tipos de derivados financieros: Forwards, Futuros, Swaps y Opciones, ahora integramos el quinto tipo de derivado financiero: Base o Básico.
En consecuencia, si aprobamos por sufragio universal el Pacto Humanitario, conseguimos integrar el mínimo valor agregado de subsistencia al conjunto del Producto Interior Bruto (PIB), es decir, agregamos el valor monetario patrimonial mínimo de cada individuo al sistema, como un flujo de dinero estable.
En macroeconomía, el PIB es una magnitud que expresa el valor monetario de una nación, de una comunidad o de una región, resultado de la suma de la producción de bienes y servicios de demanda final, en un período determinado. Al calcular el valor monetario del Producto Interior Bruto como agregado monetario sumamos las cantidades gastadas (demanda agregada final) obteniendo el valor total de la actividad económica agregada, esto no implica diferenciar la procedencia del gasto. La fórmula para calcular el PIB no se ve afectada al implementar el Pacto Humanitario como contrato de futuro en el sistema financiero.
La fórmula siguiente describe la demanda total de Producto Interior Bruto (Y), donde el consumo es (C), la inversión es ( I ), el gasto es (G), la exportación total es (X), la importación total es (M), y la demanda agregada es (DA).
PIB ( Y ) = C + I + G + ( X - M ) = DA
La siguiente formula se equipara a la anterior ya que suman idéntica cantidad. Al incorporar el consumo, el gasto y la inversión del valor agregado de la demanda mínima de subsistencia a la formula anterior no se ve afectada ya que está incluida en el consumo (C), en la inversión ( I ) y en el gasto (G) , sin embargo los resultados de esta segunda son mucho más provechoso para todos, por sentido común.
PIB (Y)=C(Cc +Cm)+I(Ic +Im)+G(Gc+Gm)+(X-M)=DA
donde:
-C- es el consumo total d particulares, la empresa y el Estado, que depende de la renta disponible total. C = Cc + Cm , donde:
-Cc es el consumo convencional, que depende de la renta ordinaria disponible de particulares, empresas y Estado.
-Cm es el consumo mínimo de particulares, empresas y Estado, que depende de la renta del Fondo de Subsistencia (FS) = Activo Patrimonial Agregado (APA) del Banco Mundial.
-I- es la inversión total, que depende de la producción actual y futura esperada, de los tipos de interés y de los impuestos. I = Ic + Im , donde:
-Ic es la inversión convencional que depende del capital de particulares, empresas y Estado con fondos privados o públicos.
-Im es la inversión mínima de particulares, empresas y Estado que depende del capital del Fondo de Subsistencia
-G- es el gasto público total en compras de bienes y servicios que realiza el Estado. G = Gc + Gm donde:
-Gc es el gasto convencional que depende del capital de del Estado con fondos privados o públicos.
-Gm es el gasto mínimo del Estado, con fondos transferidos del Activo Patrimonial Agregado del Banco Mundial.
El Marco Económico, con mayúsculas, que delimita las reglas comerciales y financieras internacionales, da cabida a dar valor como derivado financiero, por contrato de futuro, a un nuevo agregado monetario como es el valor mínimo de la vida, el mínimo valor básico, el valor mínimo de subsistencia, obtenido del coste o gasto mínimo en sociedad.
No existe ninguna norma, ni límite insalvable, que impida implementar un contrato entre las partes contratantes de acuerdo a las leyes constitucionales, es la voluntad de la mayoría expresada por sufragio universal la que puede crear este nuevo modelo. Un modelo concretado en un Pacto Humanitario.
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