El Pacto Humanitario, la paz global

PACTO HUMANITARIO propone un dinero fiduciario basado en el valor de la vida traducible en dinero electrónico para la supervivencia (NO procedente de los impuestos). Abarca los campos: alimentación básica, protección de la tierra, aire, agua, energía, vivienda, sanidad, educación, seguridad, justicia, transporte, así como del alma, el amor y la paz. Tiene tres niveles de implementación: Individual, estatal y global. Si te gusta, comparte.

 

 

Introducción

 

      “Entro en materia sin demostrar la importancia del tema. Si se me preguntara si soy príncipe o legislador para escribir sobre política, contestaría que no, y que precisamente por ello lo hago: si lo fuera, no perdería el tiempo en decir lo que es necesario hacer, lo haría o guardaría silencio”Rousseau

 

      Antes de toda explicación, definiremos en pocas palabras el concepto “valor mínimo de la vida” o “valor de subsistencia” como: el valor económico agregado al coste o gasto mínimo imprescindible para subsistir en sociedad.

 

      El objeto de este libro es el de dar a conocer, con rigor lógico, esta idea, y llenar de razones a las Naciones Unidas para proveer de una herramienta universal que facilite la paz; un índice básico de subsistencia verificado que certifique la cotización del valor mínimo de subsistencia de cada ser humano, del valor mínimo de vida, al homologar el mínimo coste con el mínimo gasto de subsistencia en sociedad, y deducir un valor básico contable, un agregado monetario de valor real, válido para ser reconocido por la ONUBM, FMI... y por todos. Un concepto de valor mercantil universal mínimo: una mínima sólida base de gasto sostenible; un dinero electrónico básico de mínimos; un nuevo recurso fiduciario esencial para la mínima paz.

 

      Para alcanzar dicha meta seguimos el siguiente razonamiento: siendo evidente que el coste de las necesidades de la vida del ser humano en sociedad es equivalente al gasto que cubre dichas necesidades (coste y gasto son sinónimos), y, siendo a su vez cierto que en un sistema de mercado las exigencias de vender y comprar responden a un mismo valor de necesidad de capital expresado en un precio (comprador y vendedor se satisfacen); dado que el dinero es un activo financiero neutro o plenamente líquido que hace de intermediario en el intercambio de bienes y servicios resultado de un pacto social de aceptación como herramienta de cambio, y que en la actualidad se crea como dinero electrónico de acuerdo a los agregados monetarios correspondientes; nos lleva a pensar apoyándonos en estos conceptos que es posible idear un nuevo agregado monetario de subsistencia con la intención de conseguir la paz y el orden universal.

 

      Considerando que cuando se realiza un depósito en efectivo el Activo del banco se incrementa pero también aparece una anotación contable en el Pasivo para representar la deuda de esa cantidad de dinero con el depositante, del mismo modo podríamos ingresar el valor agregado monetario del gasto mínimo de subsistencia en el nuevo Activo del Fondo de Subsistencia del Banco Mundial, y constar como Pasivo, por tratarse de una deuda contraída con la humanidad, gracias a un Pacto Humanitario, constituido por sufragio universal, que proporcionaría mayor estabilidad y seguridad a las personas, a los Estados y a la economía global, asignando al individuo civilizado su papel de actor principal.

 

No existe ningún impedimento formal que imposibilite aceptar, por parte de las entidades financieras, los Estados y por todos, el valor mínimo de la vida, un nuevo valor monetario destinado a sufragar la obtención de bienes y servicios básicos.

 

      Nuestra intención no es la de desmantelar lo establecido, sino la de sumar lo establecible implementando, a través de un Pacto Humanitario, el valor mínimo de la vida, como recurso económico necesario para conseguir la paz mantenida, y hacer evolucionar a la humanidad hacia una comunidad de valores mínimos iguales, donde todos tendremos amparado nuestro mínimo derecho a vivir con dignidad, al establecer por ley constitucional, la disposición de una cuenta de transferencia básica, que emane del patrimonio humano capital certificado del Fondo de Subsistencia, en dinero electrónico del Banco Mundial para la paz, tan válido como suficiente para pagar en el acto de la compra los alimentos mínimos de subsistencia, y el resto de necesidades esenciales, básicas y trascendentales de las sociedades civilizadas.

 

      Tenemos la libertad para expresar nuestras opiniones y tomar las decisiones que creamos más convenientes para nosotros mismos y para todos los demás.

"Buena es la riqueza si la manda la razón"Séneca

 

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